El científico Fernando Tilca predica con el ejemplo: investiga las energías alternativas e instaló un calefón solar en su casa. Explica sus beneficios.

TILCA REVOLUCIONARIO

El Dr. Fernando Tilca tiene en su casa de Vaqueros un calefón solar. Para este profesor universitario e investigador es una forma de predicar con el ejemplo: si estudia las energías renovables, le parece coherente tener en su casa un sistema que le permite ducharse sin utilizar gas.
“Tengo calefón solar desde hace ocho años y es el único que tiene mi casa. El tanque guarda el agua a buena temperatura por lo menos dos días con tiempo nublado y frío. La guarda como para que te puedas bañar. Al segundo día a la noche todavía te podés duchar”, dijo a LA GACETA el integrante del Instituto de Investigaciones en Energía No Convencional en la Unsa. Añadió que, como en Salta a veces hay más de dos días nublados, se le puede poner al mismo tanque aislado una resistencia eléctrica y un termostato. “Entonces después del segundo día nublado enciendo la parte eléctrica y funciona como termotanque eléctrico”, enfatizó.

Un calefón solar para cuatro personas, de 200 litros, cuesta $6.500. Se producen en Salta y en San Luis pero actualmente poca gente los tiene en su casa porque, al menos hasta hace unos meses, el gas era demasiado barato. Por la subvención del Estado, en la Argentina se paga ocho veces menos que en el resto de América. Y la electricidad en Brasil, Chile y Colombia se paga unas cinco veces más que en la Argentina.

Tilca renunció voluntariamente a los subsidios que el Estado otorgaba al gas y la electricidad apenas pudo. Cree que es parte de esa coherencia necesaria. Si los calefones solares tuvieran este tipo de apoyo, terminarían resultando mucho más beneficiosos para los bolsillos de los argentinos.

En el Inenco, el Instituto que investiga energías no convencionales en la Unsa, hay alrededor de 50 profesionales que buscan, día a día, nuevas formas de mejorar la vida ')}