Adiós al Dr. Luis Saravia Mathon
El día de ayer recibimos la triste noticia del fallecimiento del Dr. Luis Saravia, Profesor Emérito del Dpto. de Física de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNSa e Investigador Principal de CONICET. Es muy difícil abarcar en pocas palabras la tremenda dimensión de su legado académico-científico.
Hombre poseedor de un carácter firme a la hora de tomar decisiones y expresar sus opiniones, exigente a la hora de reclamar resultados, fue a la vez sencillo y muy apasionado a la hora de transmitir los conocimientos a sus alumnos de grado y de posgrado.
Era uruguayo, nació en Montevideo y llegó a Salta a principios de la década del 70, recién recibido de PhD in Physics en la Northwestern University de Illinois, USA. Y llegó para quedarse y desarrollar una carrera académico-científica muy productiva y exitosa a nivel nacional e internacional pero que no estuvo exenta de sinsabores y desilusiones por las políticas de desfinanciamiento de la ciencia y la educación pública que le tocó afrontar como Investigador del CONICET y Profesor del Dpto. de Física de Ciencias Exactas. Fue en este ámbito donde encontró tierra fértil para iniciar, en 1974, la investigación sobre el aprovechamiento de la energía solar térmica y fotovoltaica cuando muy pocos académicos conocían el tema a nivel nacional. Fue un pionero del solarismo vernáculo y ese mismo año fundó el Grupo de Energía Solar con los docentes-investigadores del Dpto. de Física. Siete años después, este grupo, con el Dr. Saravia a la cabeza, fundaban el INENCO. Fue su Director desde el minuto 1 hasta el 2011, año en el que se jubiló.
Su mente brillante, su pasión por lo que hacía y su capacidad para plantear nuevos desafíos a investigadores y becarios le permitieron formar profesionales altamente calificados para la investigación y el desarrollo tecnológico en energía solar. Algunos de sus desarrollos fueron patentados y su labor científica fue premiada a nivel nacional e internacional. Su alejamiento del Instituto, tras su jubilación, dejó un espacio intangible cargado de incertidumbre y desazón. Y los herederos de su legado formamos un Consejo Directivo e iniciamos una nueva era en la conducción de los destinos de nuestro querido Instituto.
Ha llegado la hora de su partida, nos ha dejado definitivamente. Pero su recuerdo seguirá presente en las mentes y en los corazones de todos los que lo conocimos, los que fuimos sus alumnos en las aulas, los que fuimos sus becarios y tesistas, los que fuimos sus colegas en el Dpto. de Física, los que fuimos sus colaboradores en distintos proyectos de investigación, los que fuimos su personal de apoyo y administrativo, los que aprendimos tanto de sus enseñanzas, los que alguna vez discutimos con él, los que alguna vez nos reímos con él, los que siempre vimos en él un líder, un maestro, un protector y un amigo.
Chau Luis, buen viaje y gracias por todo.
Dr. Alejandro Hernández