El primer Simposio Internacional “Desafío de las baterías recargables de litio oxígeno” contó con el auspicio del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación, CONICET, la Sociedad Internacional de Electroquímica (ISE) y la Secretaría de Planeamiento y Políticas del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.
Debatir el futuro de la energía
Esta semana se organizó el primer Simposio Internacional “Desafío de las baterías recargables de litio oxígeno”. Durante tres días especialistas de todo el mundo presentaron el resultado de sus investigaciones y los avances para desarrollar dispositivos más rendidores y amigables con el medio ambiente.
En la actualidad la mayoría de los dispositivos que se usan en electrónica, telefonía celular e informática tienen baterías de litio, conocidas como ión litio. Sin embargo diferentes grupos de investigación trabajan en el desarrollo de baterías litio oxígeno, más livianas y con mayor autonomía que sus predecesoras.
El Instituto de Química Física de los Materiales, Medio Ambiente y Energía (INQUIMAE, UBA-CONICET) fue la sede del simposio, que se llevó a cabo del 17 al 19 de este mes. El objetivo fue fomentar el intercambio de conocimientos entre científicos y plantear los desafíos y metas a futuro para el desarrollo de estos dispositivos.
¿Cómo se puede mejorar la tecnología y los materiales que se usan en su fabricación? ¿Cuáles son las reacciones químicas que los convierten en una alternativa energética viable?
Durante la jornada cierre Ezequiel Leiva, investigador principal del CONICET en el Instituto de Investigaciones en Físico-Química (INFIQC, CONICET-UNC), planteó los desafíos a futuro en baterías de litio oxígeno e ión litio. Mostró las diversas diferentes estructuras que pueden adoptar las sales de este metal y su estabilidad durante las reacciones químicas.
Presentó también los avances que se están haciendo en investigaciones a nivel nanométrico en moléculas de litio y otros compuestos usados en las baterías y que permiten optimizar su rendimiento y funcionamiento.
A su vez Nancy Cativa, de la Universidad Nacional de Catamarca, habló sobre los estudios de densidad funcional de nanoclusters de óxido de litio. De acuerdo con sus investigaciones, este compuesto sería uno de los más adecuados para el desarrollo de baterías.
Galo Soler Illia, investigador independiente del CONICET en la CNEA, disertó sobre óxidos mesoporosos, que se están comenzando a utilizar en la fabricación de membranas y electrodos para estos sistemas. Los materiales mesoporosos son aquellos que tienen en su interior poros con un diámetro entre 2 y 50 nanómetros – la milmillonésima parte de un metro.
De acuerdo con el químico, estos materiales “se ‘tunean’ controlando el tamaño del mesoporo y la estructura de la pared para incluir nanopartículas”. Entre sus aplicaciones pueden usarse como catalizadores, adsorbentes, fabricación de sensores, celdas solares y para el desarrollo de membranas y electrodos para baterías.
El cierre estuvo a cargo de Ernesto Calvo, investigador superior del CONICET en el INQUIMAE y presidente del comité organizador del evento. Calvo invitó a todos los conferencistas a presentar su visión sobre el futuro de esta tecnología y su potencial desarrollo.
Durante esta última charla los investigadores presentaron un resumen de las líneas de trabajo que se están desarrollando en el mundo, el trabajo que queda a futuro para desarrollar mejores dispositivos y cuáles son los siguientes pasos a seguir para continuar avanzando con esta tecnología.
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