EL TRABAJO DEL PRESENTE Y EL FUTURO: LAS ENERGÍAS RENOVABLES.

El INENCO asegura que la capacidad energética de la Puna salteña es infinita y que urge aprovecharla.

Nota publicada en el Diario El Tribuno por Antonio Gaspar (30-04-2022)

En su box con un pizarrón lleno de fórmulas, dibujos de su hijo, recipientes, chirimbolos, utensilios raros, adminículos y avíos varios conforman un aquelarre ideal para curiosos de las ciencias exactas.
“Tenemos zonas con máxima radiación y con gran heliofanía. Pero sólo se está aprovechando la centrales de Cauchari y Cafayate”, dijo Placco.

La heliofanía representa la cantidad del brillo del Sol y está ligada al instrumento utilizado para su medición, el heliógrafo, que registra el tiempo de radiación solar directa. La ocurrencia de nubosidad determina que la radiación recibida por el instrumento sea radiación solar difusa, interrumpiéndose el registro. Y en la Puna salteña casi nunca está nublado.

La radiación y la heliofanía resultan entonces una epifanía dicha a los gritos. Porque sino cómo se explica que tengamos los mejores cielos para la producción de energía y no se aprovechen esos recursos. Por más que digan que hay fomento a las energías renovables, ésta sólo ocupa un 10 por ciento de la matriz de energía.

Y para eso el INENCO tiene todo el potencial, pero hasta ahora no se aprovecha.

“Si se necesita calor se lo podemos proporcionar porque abunda la energía para producir calor”, dijo Placco, desde el equipo Sistema Solares de Concentración. 

Desde el INENCO marcan la necesidad de encarar programas tendientes a lograr un uso más racional de la energía y una utilización más balanceada de todas las fuentes energéticas, en especial de aquellas que son renovables y/o no contaminantes, tales como la solar, la eólica, la proveniente de la biomasa, la geotérmica y otras. 

Tiran la info: calculan que de un territorio de 36 km cuadrados de instalación de energía solar en la Puna equivale al total de la capacidad eléctrica instalada de Argentina.

En estos últimos años ha ido tomando cuerpo la idea de que el desarrollo de nuestra sociedad se debe realizar sobre bases sustentables, donde el aumento de nuestro nivel de vida se consiga con el respeto al medio ambiente que nos rodea.

La energía solar tiene varias virtudes a considerar desde este punto de vista, como su práctica inagotabilidad, su gran disponibilidad, el bajo grado de contaminación y su distribución que nos favorece en la Puna salteña.

Cocinas solares, iluminación, bombeo de agua, calefones, construcciones que cuidan el calor, secaderos, acceso a las TIC, son algunos de los beneficios para las zonas rurales salteñas que muestran algunas demandas insatisfechas en lo productivo, social y ambiental que podrían ser abordadas con energías renovables, siendo el eje transversal la calidad de vida de los grupos poblacionales. La mayoría de las regiones de Salta presentan una gran disponibilidad de recursos renovables particularmente solar y eólico, en consecuencia, las aplicaciones solares fotovoltaicas eólicas son identificadas con excelentes perspectivas para zonas que a su vez se encuentran energéticamente aisladas. También pueden dar respuestas a las necesidades de la industria y la minería.

Los sistemas más desarrollados aprovechan el calor para la generación de vapor y potencia eléctrica. En particular, el sector industrial demanda grandes cantidades de energía térmica. Asociado a la demanda de calor, este sector enfrenta importantes retos por el incremento del precio de combustibles fósiles y su volatilidad en los mercados internacionales. Todo esto hace que el uso de la energía solar térmica de concentración resulte una alternativa para la industria y la minería salteña.

No sólo es energía, es calor

“Ya trabajamos con una minera de boratos de Santa Rosa de los Pastos Grandes que tiene un material que extraído solamente no vale casi nada. Ahora bien, desarrollamos un horno que llega a los 500 grados centígrados y el material horneado a esa temperatura tiene valor agregado y comercial”, explicó.

También tienen desarrollado sistemas solares de media temperatura (entre 100°C y 300°C) y de alta temperatura (mayores que 300°C) recurren a espejos curvos que permiten aumentar la radiación colectada por unidad de superficie de receptor.

Estos se conocen como sistemas de concentración solar térmica. Los espejos siguen el movimiento del sol durante el día mediante programas informáticos, ya que la posición del sol varía con la latitud, la época del año y la hora del día. 

“En la configuración final, el área de espejos es de 172,8 m2 y está constituida por 8 líneas de espejos de 24 m de largo y 0,9 m de ancho, cada una. Se escogió esta medida debido a que las láminas que se consiguen en el mercado tienen un ancho de 1,80 m. Considerando la radiación del lugar y la eficiencia del sistema, este área permite una producción de hasta 33 kW térmicos que se pueden utilizar para una generación eléctrica del orden de los 10 kW dependiendo de las características del bloque eléctrico”, explicó el ingeniero Marcelo Gea.

Todo el calor del sol se refleja en los espejos que calientan los reflectores que están a unos 7 metros de altura y ahí obtienen el calor y la energía. Con eso pueden calentar vapor, generar presión y mover el mundo; todo a un costo. 

“Tratamos de utilizar los materiales que tenemos a disposición en nuestra región para soluciones para las economías regionales”, finalizó Placco.

Sobre cómo nace el INENCO y a dónde lo podemos encontrar

Con motivo de la crisis petrolera mundial de 1973, se creó en 1975, dentro el Departamento de Física de la UNSa, un grupo de trabajo en energías renovables en la suposición de que estas energías sustituirían a las convencionales en el largo plazo. Era necesario emprender un plan de investigación y formación de recursos humanos en este tema. La actividad tomó envergadura siendo apoyada por la SECYT a través de un plan Nacional. El incremento de la actividad hizo necesario plantear la creación de un instituto en 1980.

Así nace el Instituto de Investigaciones en Energía No Convencional a partir de un convenio de colaboración entre la Universidad Nacional de Salta y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Dentro de sus objetivos, el INENCO es responsable de realizar investigaciones en el campo de las energías renovables y no contaminantes. Elabora y ejecuta programas afines a su línea de trabajo, realiza seminarios y cursos, asiste a otras instituciones, y difunde los resultados de sus actividades. Entre las líneas de investigación más relevantes se encuentra: acondicionamiento bioclimático de edificios; cocción solar en zonas andinas; decontaminación de agua por vía solar; desarrollo de sistemas productivos rurales; observatorio de prospectiva tecnológica energética; producción de energía eléctrica a baja y alta potencia por vía solar. Estos temas son abordados por sus diferentes grupos. 

El INENCO está ubicado en el Campo Castañares y sus integrantes realizan actividades de investigación, desarrollo y transferencia en el tema de energías renovables con especial atención en la solución de los problemas energéticos de la región. 

Por otro lado se colabora con la enseñanza universitaria de grado y postgrado tratando de poner en marcha carreras relacionadas con la especialidad. Es así que en 1985 se crea la Licenciatura en Física con especialidad en Energías Renovables, en 1990 se crea el Doctorado en la especialidad y en 1998 se crea la Especialidad y la Maestría en Energías Renovables. Tanto el doctorado como la maestría han sido aprobados por la CONEAU. En 2005 se crea la Licenciatura en Energías Renovables.

La UNSa es la única universidad del país que ha puesto en marcha toda la línea de carreras en el tema, en el grado y postgrado (licenciatura, maestría y doctorado). Se han recibido más de 20 doctores en la especialidad.