Una astrónoma del CONICET estuvo en el espacio Universo y explicó a los visitantes qué es la radiación cósmica. También adelantó cuál será el desafío para la próxima década: viajar a otros planetasEn medio de sonidos generados por un detector de partículas atómicas, Beatriz García, investigadora del CONICET en el Instituto de Tecnologías en Detección y Astropartículas de Mendoza (ITEDAM), interactuó con el público en el espacio Universo dispuesto por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación en Tecnópolis.

“Estamos a cien años del hallazgo de los rayos cósmicos. A bordo de un globo a 5000 metros de altura, el físico austríaco Víctor Hess descubría que venían del espacio y no de la Tierra”, contó con entusiasmo la astrónoma, y remarcó el espíritu de aventura que muchas veces envuelve la labor de los científicos, “hay  que soñar mucho para subirse arriba de un globo en busca de una partícula subatómica, la ciencia tiene una enorme cuota de aventura romántica y curiosidad”.

García, que estuvo a cargo del diseño del espacio, contó que hay una gran confusión en torno a los rayos cósmicos, ya que la gente “cree que hay electricidad o ese tipo de cosas”, pero en realidad son “partículas subatómicas, o sea más pequeñas que un átomo, que llegan desde el espacio”. No provienen de la Tierra, sino que vienen del universo cercano, “son galácticos” agregó.

En este sentido, la investigadora también habló de su trabajo vinculado al Observatorio Pierre Auger en Malargüe, Mendoza, con cuyo detector de partículas se ven rayos de más alta energía “que llegan a la Tierra desde el universo extremo, probablemente de supernovas, agujeros negros y otras galaxias”.

Uno de los puntos más atrayentes del pabellón es una maqueta del planeta Marte. Desde ahí, García explicó que las ciencias astronómicas tienen que ver con grandes desafíos y el de la  próxima década, aseguró, “tiene que ver con abandonar el planeta Tierra y viajar a otros mundos.”

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